Rusia: un país para valientes

En los últimos años el gobierno ruso y los medios afines han estado difundiendo de forma sistemática mensajes negativos sobre los defensores y defensoras de derechos humanos y activistas de la sociedad civil. Los tachan de "quintacolumnistas", "agentes de Occidente", "agentes extranjeros", lo que en Rusia es sinónimo de "espías" o "traidores". Tratan de silenciarlos a través de una batería de leyes draconianas que restringen hasta llegar a anularlos los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión.

Además se enfrentan a amenazas, hostigamiento, a enjuiciamiento por cargos falsos e incluso a la muerte. ¿Quién forma parte de este equipo de VALIENTES? Cientos, miles de personas. Estos son sólo tres ejemplos:

Valentina es una de las fundadoras de la organización Mujeres del Don. Durante más de 20 años, han trabajado en proyectos relacionados con los derechos de las mujeres y de niños y niñas. También promueven la construcción de la paz y la reconciliación entre comunidades afectadas por conflictos. Por negarse a registrar la organización como “agente extranjero”, Valentina llegó a enfrentarse a un proceso penal. Finalmente la causa fue archivada, pero de haber sido declarada culpable podría haber sido condenada a dos años de prisión.  “¿Por qué yo, que lo hecho todo por nuestro país y para minimizar el daño de decisiones erróneas e ineficaces, debería llamarme un “agente”?”

Oyub dirige el Centro de Derechos Humanos Memorial en Chechenia. Lleva detenido desde enero bajo la acusación falsa de posesión de drogas. Titiev, que niega todos los cargos, está siendo presionado para que realice una confesión falsa y sigue en riesgo de sufrir torturas. También su familia y su abogado están sufriendo presiones. Amnistía Internacional cree que ha sido encarcelado para silenciarlo y para obstaculizar su trabajo sobre derechos humanos. Su procesamiento es parte de una campaña para expulsar a Memorial y, en general, a quienes defienden los derechos humanos fuera de Chechenia y para frenar cualquier investigación sobre violaciones de derechos humanos.

Oksana es la representante de Avers, una organización que trabaja para promover los derechos del colectivo LGBTI. En Rusia las personas LGBTI son objeto de persecución y hostigamiento por parte del Estado, sobre todo desde la aprobación de la conocida como “ley de propaganda homosexual” en 2013. Esta ley prevé la imposición de fuertes multas a quienes “promuevan relaciones sexuales no tradicionales” según el criterio de las autoridades.

“Nuestro mayor logro es el centro que abrimos, que sirve como un espacio seguro para las personas del colectivo LGBT y sus personas cercanas y amistades. Tener un sitio como éste es muy importante. Si antes las personas LGBT no podían hablar sobre muchos temas en sus casas, les quedaba la calle o los clubs. Ahora pueden venir aquí donde nadie les va a callar, donde pueden ser ellas mismas.”